Sin lugar a dudas, Emilio de Justo es uno de los toreros que, cada temporada, se ha consolidado en el escalafón, año tras año. A mi parecer, ya debería considerársele, en la actualidad, como figura del toreo. Pero, ¿posee todas las cualidades necesarias para ello?
Desde mi punto de vista, para ser considerado figura del toreo, un matador debe cumplir con varios fundamentos esenciales: triunfos, impacto en la taquilla y variedad de encastes. En cuanto a la taquilla, aunque no sea el torero que más público atrae a las plazas, es innegable que su presencia en los carteles genera gran expectación al aficionado, aunque menos al público general.
En cuanto a los triunfos, Emilio de Justo no ha dejado de cosechar éxitos. La temporada 2024 ha sido especialmente destacada, con varios y significativos triunfos. Si bien la puerta grande le fue esquiva en algunas ocasiones por el fallo con los aceros, como en San Isidro, donde lidió un toro de la Quinta, o en la Corrida de la Hispanidad con otro de Victorino Martín, ambos triunfos tuvieron una gran repercusión en Madrid. Además, ha brillado en otras plazas de relevancia como Sevilla, Pamplona, Bilbao, San Sebastián o Zaragoza, paseando trofeos en cada una de ellas. No podemos olvidar la tarde de la encerrona en Valladolid con seis toros de Victorino, un logro que quedará marcado en su carrera.
En cuanto a la variedad de encastes, en unos tiempos en los que las grandes figuras imponen unas determinadas ganaderías, Emilio se enfrenta a todo tipo de encastes, algo que le ha permitido consolidarse como un torero completo. Esta temporada ha lidiado varias corridas con toros de la A coronada, y ha solicitado las corridas de La Quinta, Victorino Martín y Victoriano del Río para el próximo San Isidro.
Emilio de Justo no rehúye enfrentarse a otros grandes matadores. Ha demostrado estar dispuesto a compartir cartel con cualquier compañero, sin distinciones.
Otro aspecto a destacar en el torero de Torrejoncillo, es su dominio de la espada, la suerte suprema. Tras la fatídica cogida que sufrió en Madrid en 2022, al entrar a matar, es comprensible que un percance de semejante magnitud deje huella, dificultando la confianza al afrontar esta suerte. Sin embargo, Emilio ha demostrado una rotundidad con los aceros, como si dicho percance nunca hubiese ocurrido.
En conclusión, Emilio de Justo ha demostrado ser un torero de enorme calidad, que ha logrado consolidarse, temporada tras temporada en el escalafón. Sus triunfos, la versatilidad con la que se enfrenta a todo tipo de encastes, y su capacidad para superar obstáculos como la fatídica cogida en Madrid en 2022, lo sitúan sin duda entre las grandes figuras de la tauromaquia actual. Hoy en día, no cabe duda de que Emilio de Justo ha alcanzado la categoría de figura del toreo, y su legado promete seguir creciendo en los años venideros.