Llegó el epílogo de la Aste Nagusia 2025 y, con él, el cierre de unas Corridas Generales que venían al alza en ambiente y taquilla. Tarde calurosa, a galería cerrada, y la plaza luciendo media entrada larga, señal de que la afición bilbaína, poco a poco, recupera el pulso. En los tendidos se palpaba la expectación por ver la corrida de Fuente Ymbro, la ganadería de Ricardo Gallardo que soñaba con rubricar el triplete de azulejos a la corrida más completa del ciclo. No fue el caso. La realidad se impuso: un encierro desfondado, falto de raza y con apenas empuje en varas, que llegó muy apagado a la muleta. Salvo un toro excepcional —y luego volveremos a él—, la corrida naufragó. Paco Ureña apenas tuvo opciones; Fortes dejó lo mejor de la tarde con un puñado de naturales; y Fernando Adrián, que debía haber marcado la diferencia, dejó escapar el único toro boyante, un sobrero que pedía que lo toreasen.
Paco Ureña se llevó, sin discusión, el peor lote. Su primero, manso con temperamento, arrollaba con genio y, cuando veía la salida, la tomaba sin miramientos. Ureña se plantó firme por el izquierdo y, dos veces, el toro se le metió por dentro con peligro real, librándose de la cornada por puro valor. Poco más pudo hacer. Mató en los toriles de media estocada baja.
El cuarto no mejoró las cosas. Un toro descastado, agarrado al piso, como dirían los mejicanos, que pasaba sin entrega. Imposible hilvanar faena. Lo despachó de media desprendida.
Fortes, siempre asentado, anduvo digno con el segundo, otro manso sin raza que acabó rajado. Dejó una serie estimable al natural, templada y de buen trazo, pero aquello no tenía más recorrido. Media desprendida al final.
El quinto fue más de lo mismo: defensivo, sin humillar y soltando la cara. Fortes decide abreviar sin más historia y deja un pinchazo y una buena estocada para cerrar.
El toro de la tarde fue el tercero, primer sobrero tras lesionarse el titular por lastimarse una de las manos. No hizo una pelea espectacular en varas, pero cumplió, dejémoslo ahí. Un burel encastado, pronto, de humillada y recorrido largo, que se fue creciendo en la muleta. Fernando Adrián comenzó bien, ligando por la diestra, largo y por abajo, arrastrando la muleta. Pero pecó de lo mismo que tantas veces, demasiado acelerado. Cuando el animal pedía distancia, cuando el toreo reposado podía haber elevado la faena, optó por acortar los terrenos y derivar en el encimismo. Cerró por bernardinas ceñidas que encandilaron al público, pero no eran la clave para ese toro. Se fue sin torear el mejor Fuente Ymbro. El toro pedía distancia y galopar; Adrián lo ahogó. Una lástima. Lo mejor, un estoconazo en todo lo alto. Oreja, y el palco acertó al negar la segunda.
En el sexto, un toro tan parado como descastado, la entrega del madrileño quedó en tierra de nadie. Aquello no logró trascender a los tendidos por su pobre condición. Dos golpes de verduguillo tras media estocada tendida pusieron fin a una aciaga tarde.
LA RESEÑA
Plaza de Toros de Vista Alegre, Bilbao. 6ª de abono. Sábado 23 de agosto de 2025. Media plaza de entrada con la galería cerrada.
Toros de Fuente Ymbro 🟢: bien presentados, sin raza ni casta, muy parados en la muleta. Destacó el extraordinario tercero, bravo, humillador, pronto, enclasado, de buen recorrido y tranco.
Paco Ureña (verde oliva y oro), silencio y ovación.
Fortes (azul marino y oro), ovación en ambos.
Fernando Adrián (blanco y plata), oreja con petición de la segunda y ovación tras aviso.
Escrito por Álvaro Cabello