Brigadier iluminó la tarde; Román, con verdad y oficio; Colombo, sin rumbo ni profundidad; y Fonseca, sin alcanzar al toro que lo esperaba.
En tiempos en los que el tercio de varas parece haber perdido su peso y emoción, hoy se recuperó esa grandeza añorada. Es un espectáculo de inconmensurable belleza ver a un toro arrancarse de largo al caballo y tomar el puyazo con bravura. Hoy lo presenciamos dos veces, y esa emoción resucitó en los tendidos. Se lidió un encierro de Pedraza de Yeltes, interesante en su conjunto, aunque desigual en comportamiento. El sexto fue un toro de bandera, bravo en el caballo y merecedor de las dos orejas en la muleta; al final, se le premió justamente con la vuelta al ruedo. En el cartel: Román, con una actuación seria, importante, digna y con argumentos; Colombo, desdibujado y sin ideas; y Fonseca, que, sin estar mal, no estuvo a la altura del excelente toro que cerró plaza.
Abrió la tarde “Bello”, nombre que hacía justicia a su estampa. Amplio de pitones, alto, largo, con cuajo; muy bien presentado. Román firmó una actuación de mucho mérito ante un manso encastado. Lo recibió con firmeza y temple, bajándole la mano en los primeros compases. Destacaron varias tandas al natural de notable calidad. Con la diestra, ligó muletazos muy compactos, dejando siempre la muleta puesta, consciente de que el toro buscaba rajarse. Malogró una faena importante con la espada: pinchó antes de lograr una estocada. Dio, merecidamente, una vuelta al ruedo.
El segundo de su lote fue un toro noble, aunque sin transmisión y con la cara alta. A Román este tipo de astado le resulta ingrato: necesita un toro con más ritmo y emoción para desplegar su tauromaquia. Naufragó con los aceros, dejando hasta cuatro pinchazos antes de una media estocada caída y atravesada.
Colombo lidió en primer lugar un toro noble, pero sin clase en la muleta. El segundo puyazo es digno de resaltar: el toro se arrancó de largo, metiendo la cara abajo y empujando con los riñones, mientras el picador cumplía con solvencia. A partir de ahí, el venezolano estuvo por debajo, sin acoplarse ni mandar. La lluvia hizo su parte, alterando el ambiente, pero la faena no dijo nada. Mató de un estoconazo ligeramente delantero. Dio una vuelta al ruedo, inmerecida, tras una petición leve e infame.
Al quinto lo masacraron en el caballo, y la lidia posterior no tuvo redención. Colombo se mostró desconfiado, sin plan ni ideas claras. La faena fue desordenada, falta de estructura y limpieza, ante un toro que, con sus matices, repetía y ofrecía opciones. El viento molestó. Mató de una estocada baja.
Isaac Fonseca estuvo acelerado y falto de temple ante el tercero, un toro corto de viaje que pedía distancia y suavidad. Todo lo hizo con prisa. Mató de una estocada caída.
El sexto fue, sin duda, el toro del festejo. Brigadier, con 667 kilos que no aparentaba, fue bravo en el caballo y pronto en la muleta. Firmó un tercio de varas espléndido, con tres puyazos emocionantes, especialmente el último, arrancándose desde los medios, empujando abajo con codicia, bien el picador. También fue de sobresaliente la lidia en banderillas, con un gran tercio a cargo de Juan Carlos Rey y Jesús Robledo “Tito”, y una excelente brega de Raúl Ruiz “Cachorro”. Fonseca comenzó con fuerza, de rodillas, con derechazos de buena factura. El toro tenía ritmo, prontitud y entrega. Destacaron varias tandas con la diestra, de mano baja, templadas y profundas. El mexicano mostró disposición y firmeza, pero no logró cuajar al toro por el pitón izquierdo, donde faltó rotundidad. Cerró con ayudados por alto y por bajo, uno de estos últimos de singular belleza. Pinchó antes de dejar una estocada algo desprendida. Cortó una oreja, generosa, porque el toro, que fue de dos orejas, mereció más cuajo por parte del torero. Se le concedió con justicia la vuelta al ruedo al gran ejemplar de Pedraza de Yeltes.
LA RESEÑA
Plaza de Toros de Las Ventas, Madrid. 5ª de abono. ¾ de plaza.
Toros de Pedraza de Yeltes ⚪🟢: bien presentados, desiguales en juego y presentación. El primero un manso encastado; nobles segundo y cuarto el tercero con poco recorrido; el quinto con ritmo y repetidor; y el sexto extraordinario, bravo en varas, pronto en la muleta, humillador.
Román (azul soraya y oro), vuelta al ruedo tras aviso y silencio tras aviso.
J.E Colombo (sangre de toro y oro), vuelta al ruedo tras aviso y leve petición y pitos.
Isaac Fonseca (cobalto y oro), silencio y oreja tras aviso.
Incidencias: Juan Carlos Rey, Jesús Robledo “Tito” y Raúl Ruiz “Cachorro” se desmonteraron tras la lidia en banderillas al sexto.
Se premió con la vuelta al ruedo al sexto de la tarde.