Ciertamente, hay que tener el máximo respeto —y la mayor admiración— por estos jóvenes novilleros que, vistiéndose de luces apenas cuatro veces al año, se presentan en Villaseca para matar una novillada de Cuadri. Novillada reza el guarismo, pero en el viso eran auténticos torazos, cuajados, largos, de seriedad apabullante. La corrida más seria de toda la feria, sin duda, y también la más grande. Una auténtica “tía”, con dos alfileres por pitones, que muchas de las figuras del escalafón superior ni huelen en toda su temporada. La tarde fue durísima; João D’Alva pagó con sangre, Jesús de la Calzada fue el más asentado, y Kevin Alcolado padeció un auténtico calvario.
João D’Alva se encontró con un primero que salió con movilidad, aunque tardeó después en varas. Quiso banderillear, pero el tercio resultó apagado, por la falta de celo del animal. En la muleta, el de Cuadri fue noble, de buen embroque, pero finales pobres, y el portugués se mostró centrado y firme, hilvanando su labor sobre la diestra, por momentos templado, con un novillo que repetía con cierto celo. La faena no alcanzó altura, y D’Alva buscó entonces las cercanías. Al disponerse a cuadrar para entrar a matar, un instante quedó destapado y el de Cuadri no perdonó cuando le prendió de forma pavorosa, le cosió por la espalda y lo mantuvo en el aire durante segundos interminables. La sangre corrió en un hilo alarmante hasta la enfermería, aunque, por fortuna, la cornada fue limpia y sin órganos vitales afectados. Jesús de la Calzada se hizo cargo del toro, dando un mitin con la espada, y estuvo a escasos segundos de escuchar los tres avisos.
Kevin Alcolado, con escaso bagaje, hubo de matar tres. Al segundo se le picó mal y cortó mucho en banderillas. En la muleta fue tardo, pero cuando arrancaba lo hacía con temperamento. El novillo pedía gobierno; Alcolado se mostró despegado, incapaz de ajustarse. Intentó por ambos pitones, pero nada cuajó. El final, un feo bajonazo al segundo intento.
Con el cuarto le cayó en suerte un torazo astifino, de tremenda seriedad y áspera embestida, que dejó al descubierto todas las costuras del joven. La falta de oficio fue evidente. Y con la espada, aún más, tras un mitin interminable de pinchazos, sonaron los tres avisos y el toro volvió vivo al corral.
Pero el vía crucis no acababa ahí, aún le esperaba el sexto. Tras una lidia desastrosa en banderillas, continuó en la misma línea, sin gobierno. Y eso que el novillo, noble y toreable, ofrecía opciones. Fue incapaz de aprovecharlas. De nuevo, mal con la espada. La tarde, comprensiblemente, pesó sobre él como una losa.
El tercero sufrió dos infames puyazos traseros, que marcaron la lidia. Jesús de la Calzada estuvo muy asentado y firme. Sobre la diestra cimentó la faena, dejando derechazos limpios y templados a un novillo noble y con fijeza. La labor tuvo mando y temple, aunque dolían a la vista los retorcimientos de su figura, tan antiestéticos que parecía a punto de quebrarse. Aun así, en la tanda final dejó muletazos largos, profundos, de mano baja, corriendo bien la mano. La faena le hubiese permitido tocar pelo, de no ser por una estocada defectuosa, perpendicular y caída.
El quinto fue un auténtico tren de mercancías. El calvario que imperó durante toda la tarde, alcanzó también a los banderilleros, que sufrieron de lo lindo; a Roberto Blanco le perdonó el susto por un milímetro en un tercer par donde le cortó muchísimo. De la Calzada volvió a mostrarse firme y asentado frente a un novillo temperamental y exigente. Esta vez sí quiso hacer uso de la mano izquierda y dejó naturales de buen trazo. Es cierto que el toro era para mucho más, pero el novillero estuvo correcto. De nuevo, la espada deslució lo conseguido: otra estocada perpendicular y baja cerró su tarde.
LA RESEÑA
Plaza de Toros “La Sagra”, Villaseca de la Sagra, Toledo. 8ª de abono. Miércoles 10 de septiembre de 2025. ¾ de plaza.
Novillos de Cuadri 🟣🟡⚪: de excelente presencia, seriedad apabullante, tamaño colosal y muy astifinos.
Joao D´Alva (sangre de toro y oro), herido.
Jesús de la Calzada (celeste y oro), ovación tras aviso y pitos.
Kevin Alcolado (marfil y oro), silencio, pitos tras tres avisos y silencio tras aviso.
Notas: Sonaron los acordes del Himno Nacional tras finalizar el paseíllo.
Tras la cogida de Joao D´Alva, se corrió turno, lidiando Kevin Alcolado segundo, cuarto y sexto; matando Jesús de la Calzada el primero, y lidiando tercero y quinto.
Se desmonteró Rubén Sánchez tras parear al tercero.
Escrito por Álvaro Cabello