Uceda Leal firmó una faena de puro clasicismo; Daniel Luque evidenció su bajo momento, y Emilio de Justo no logró alzar el vuelo.
Se celebraba la corrida homenaje al centésimo vigésimo aniversario de la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia. Una efeméride histórica que encontraba reflejo en uno de los carteles más rematados de la feria: los Santa Coloma de La Quinta para una terna de auténtico lujo. Abría plaza Uceda Leal, que firmó una actuación llena de sabor, torería y clasicismo. Su toreo, de esencia antigua y refinada es de un gusto exquisito. Debería estar más presente en los carteles, pues, verlo torear sigue siendo un deleite y un privilegio. En segundo lugar, actuó Daniel Luque, que no tuvo su tarde y parece que no está en su mejor momento. Pasó de puntillas, sin lograr imponerse ni encontrar el sitio, por debajo de sus oponentes. Cerraba el cartel Emilio de Justo, cuyas faenas no lograron tomar vuelo. Especialmente preocupante su desempeño con la espada, aspecto en el que siempre ha sido un consumado especialista. Me preocupa y llama la atención esta irregularidad, más aún en alguien que, tras la gravísima cogida de 2022, demostró que no había perdido el sitio.
Uceda Leal lidió un primero andarín, con poca fuerza y escaso fondo. Uceda no consiguió asentarse: la faena careció de mando y se desarrolló con demasiada premura. Eso sí, lució una muleta de gran tamaño que llamaba la atención por sí sola. Mató de una estocada algo desprendida.
Si hubiera que seleccionar un nombre para enmarcar la faena de Uceda Leal al cuarto es torería. Lo toreó con auténtica majestad. Faena diametralmente opuesta a la primera: mucho temple, cadencia y despaciosidad en los inicios con la diestra, en una primera tanda que pareció detener el tiempo. El astado, noble, aunque algo justo de casta, permitió una obra llena de sutileza y clase. Dejó naturales excelsos, hubo uno eterno en su trazo, paró los relojes. Faena llena de clasicismo y buen gusto. Conforme el toro fue apagándose, midió con inteligencia la duración de la faena. Cerró con un estoconazo para cortar una merecida oreja.
Con el segundo, Daniel Luque, no llegó a someter ni a bajar la mano. Sí dejó una primera serie relajada, de buen son, pero sin continuidad. El toro, sin humillación ni recorrido por el izquierdo. La faena tuvo mejor planteamiento que desarrollo, con muletazos de inicio prometedor, pero sin rematar. Parte del público protestó su colocación, aunque sin argumentos de peso. Mató de una estocada caída.
Tampoco encontró el sitio con el quinto, un toro que humilló, sí, pero de embestida descompuesta. Luque no supo corregir los defectos del animal, ni halló la distancia adecuada. Faena sin acople ni rumbo. Volvió a dejar una estocada trasera y caída.
Al tercero, un toro que apuntó buenas cosas en los primeros tercios pero que acabó rajándose, Emilio de Justo lo saludó con un muy buen recibo capotero, mandón y limpio, rematado con dos buenas medias. Brilló también en un quite por chicuelinas de mano baja, muy garbosas. Inició la faena doblándose por abajo con gran intención. El toro tenía buen embroque, pero salía suelto y desarmaba el muletazo en los finales, dejando al torero fuera de sitio. Faltó un paso adelante para someterlo del todo. La actitud y entrega del torero fueron indiscutibles, y dejó un pase de pecho extraordinario. Mató de una estocada corta en buen sitio.
El sexto fue devuelto tras lesionarse de los cuartos traseros, aunque el presidente tardó en sacar el pañuelo verde, parece que les cobran… En su lugar salió un sobrero de la misma ganadería, muy astifino y de buena condición, aunque terminó viniéndose a menos. Emilio logró una gran serie por la derecha, muy templada, de mano baja y muleta arrastrada con lentitud majestuosa. Sin embargo, la faena no terminó de coger vuelo: el trasteo careció de mando y cohesión. Mal con la espada, de nuevo, lo cual ensombrece su balance final.
LA RESEÑA
Plaza de Toros de Las Ventas, Madrid. 9ª de abono. Lleno de “no hay billetes”.
Toros de La Quinta 🔴🟡: parejos en presencia, muy bonitos.
Uceda Leal (gris y oro), silencio y oreja.
Daniel Luque (verde y oro), silencio tras aviso y silencio.
Emilio de Justo (sangre de toro y oro), silencio tras aviso y silencio tras dos avisos.
Incidencias: Saludaron tras parear al segundo Raúl Caricol y Jesús Arruga.